Lo que necesitas saber sobre la alimentación complementaria
- jamacapediatrica
- 27 may 2021
- 5 Min. de lectura
La alimentación complementaria (AC) se considera un proceso por el cual se ofrecen al lactante alimentos sólidos o líquidos distintos de la leche materna o de una fórmula infantil como complemento y no como sustitución de esta. En los últimos años las recomendaciones han cambiado numerosas veces, siendo notablemente diferentes de los consejos recibidos por la generación anterior.

En esta nueva serie sobre la alimentación complementaria te compartiremos información relevante proporcionada por la Asociación Española de Pediatría. Resolveremos las preguntas más frecuentes a la hora de comenzar esta nueva etapa con tu bebé para que puedas brindarle la mejor alimentación posible desde sus primeros años.
¿CUÁNDO COMENZAR?
¿Cuánto tiempo se recomienda mantener la lactancia materna de forma exclusiva?
Se recomienda mantener la lactancia materna (LM) de forma exclusiva durante los 6 primeros meses de edad y, a partir de ese momento, añadir de forma paulatina el resto de los alimentos, manteniendo la LM a demanda todo el tiempo que madre e hijo deseen.
¿Y en los lactantes que no toman el pecho?
En lactantes no amamantados no hay un claro consenso en la literatura científica acerca del mejor momento. La alimentación se puede introducir entre el cuarto y el sexto mes, y es adecuado esperar a que el lactante presente signos de que ya está listo para comenzar.
¿Y si el bebé es prematuro? Hasta la fecha, no hay recomendaciones claras para el recién nacido prematuro (nacido antes de las 37 semanas de edad gestacional). Las pautas actuales para la introducción de la AC en los recién nacidos a término no se pueden aplicar directamente a los recién nacidos prematuros. Los prematuros son un colectivo heterogéneo, con necesidades nutricionales especiales, que pueden verse aumentadas si asocian enfermedad crónica.
Es importante reconocer las señales que indican que el bebé está listo para comenzar con otros alimentos, según su desarrollo motor, ya que no todos los niños van a adquirir estas capacidades a la misma edad. El retraso en la introducción de la AC puede afectar al crecimiento y al neurodesarrollo, y una introducción precoz puede aumentar el riesgo de infección e ingreso hospitalario. Por tanto, el comienzo de la AC en el lactante nacido prematuro debe individualizarse.
Con base en la evidencia disponible, una edad corregida de 6 meses (26 semanas) puede ser una edad apropiada para comenzar a introducir alimentos sólidos para la mayoría de los reciénnacidos prematuros aunque podría valorarse el comienzo de la alimentación complementaria desde el cuarto mes según cada caso. Los alimentos se introducirán igual que en un bebé nacido a término. Como los bebés prematuros pueden tener mayor déficit de ciertas vitaminas y minerales, entre ellos la vitamina D o el hierro, es importante incluir alimentos ricos en hierro en cuanto sea posible y, si el pediatra lo ve necesario, dar suplementos de ambos.
En el caso de estar con lactancia materna, ¿y si la madre se incorpora a trabajar y el bebé aún no tiene los 6 meses? Hay mujeres que comienzan a trabajar antes de que el bebé cumpla 6 meses, y en ese caso es importante individualizar el consejo. No se deben introducir alimentos distintos de la leche materna o la fórmula antes del cuarto mes. Cuando el bebé cumpla esa edad, conviene preguntar si la madre tendrá que ausentarse y si han pensado qué van a hacer con la alimentación del bebé, explorando los deseos, miedos y dudas.

¿Por qué es importante esperar hasta alrededor de los 6 meses?
Para poder ingerir alimentos diferentes a la leche, es conveniente que el organismo tenga la maduración necesaria a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune. Se considera que un bebé está preparado cuando adquiere las destrezas psicomotoras que permiten manejar y tragar de forma segura los alimentos. Como cualquier otro hito del desarrollo, no todos los niños lo van a adquirir al mismo tiempo, aunque en general estos cambios suelen ocurrir en torno al sexto mes.
Señales para poder comenzar la AC:
❖ Presentar un interés activo por la comida.
❖ La desaparición del reflejo de extrusión (expulsión de alimentos no líquidos con la lengua).
❖ Ser capaz de coger comida con la mano y llevarla a la boca.
❖ Mantener la postura de sedestación con apoyo.
¿Y si se ofrece comida demasiado pronto? Una introducción muy precoz de la AC puede conllevar riesgos a corto y largo plazo. Si no hay disponibilidad de LM antes de los 4 meses, se deberá utilizar únicamente fórmula de inicio (tipo 1) como sustituto. Entre los 4 y 6 meses no se han encontrado beneficios de la introducción de la alimentación en niños amamantados y sí se ha visto un aumento de las infecciones, tanto en países en desarrollo como en países desarrollados. Por tanto, la recomendación actual es esperar a los 6 meses para comenzar con AC en los niños con LM. En los lactados artificialmente, la recomendación es menos unánime, aunque en todo caso nunca comenzar antes del cuarto mes.
Riesgos de la introducción precoz (antes del cuarto mes) de la alimentación complementaria
A corto plazo: ❖ Posibilidad de atragantamiento. ❖ Aumento de gastroenteritis agudas e infecciones del tracto respiratorio superior. ❖ Interferencia con la biodisponibilidad de hierro y zinc de la leche materna. ❖ Sustitución de tomas de leche por otros alimentos menos nutritivos.
A largo plazo: ❖ Mayor riesgo de obesidad. ❖ Mayor riesgo de eccema atópico. ❖ Mayor riesgo de diabetes mellitus tipo 1. ❖ Mayor tasa de destete precoz, con los riesgos añadidos que esto conlleva.
¿Por qué no se debe retrasar más allá del séptimo mes? En nuestro medio, es excepcional que más allá de los 6 meses de edad todavía no se hayan comenzado a ofrecer otros alimentos distintos de la leche. Aunque en ocasiones puede ocurrir en niños que toman LM y que no han mostrado aún un interés activo por la comida, esta práctica es inadecuada. Se desaconseja demorar el inicio de la AC por encima de las 26 semanas de edad, ya que esto también puede aumentar el riesgo de problemas nutricionales, como el déficit de hierro.
Riesgos de la introducción tardía de la alimentación complementaria ❖ Carencias nutricionales, sobre todo de hierro y zinc. ❖ Aumento del riesgo de alergias e intolerancias alimentarias. ❖ Peor aceptación de nuevas texturas y sabores. ❖ Mayor posibilidad de alteración de las habilidades motoras orales.
Por estas razones es de suma importancia comenzar una alimentación complementaria a su debido tiempo y de acuerdo a las necesidades que el bebé presente. Toma en cuenta las recomendaciones para poder brindarle la mejor nutrición posible y recuerda siempre consultar con un pediatra antes de hacer cualquier cambio en su dieta.
En nuestro próximo artículo platicaremos acerca de los alimentos con los que se puede comenzar la AC: frutas, verduras, cereales, proteínas y alergénicos. Síguenos en nuestras redes sociales para enterarte de todo @jamacapediatrica
Fuente
RECOMENDACIONES DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE PEDIATRÍA SOBRE LA ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA Dra. Marta Gómez Fernández-Vegue Comité de Lactancia Materna y Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría Fecha del documento: 9 de noviembre de 2018
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