Alimentación complementaria: ¿Cómo ofrecer los alimentos?
- jamacapediatrica
- 10 jun 2021
- 6 Min. de lectura
La Alimentación Complementaria (AC) se entiende como un proceso por el cual se ofrecen al lactante alimentos sólidos o líquidos distintos de la leche materna o de una fórmula infantil como complemento y no como sustitución de esta. En nuestras últimas entradas hemos estado hablando acerca de la AC y todo lo que necesitas saber para esta nueva etapa de tu bebé. Esta vez concluiremos el tema con información acerca de como ofrecer los alimentos desde un enfoque positivo y te daremos algunos tips que te servirán a la hora de la comida.

Marco afectivo
El marco físico-afectivo es muy importante para desarrollar las habilidades relacionadas con la alimentación y fomentar la autorregulación del hambre-saciedad. Obligar, presionar o premiar son estrategias que interfieren con la percepción del niño de su propia saciedad y pueden aumentar el riesgo de sobrepeso, de problemas en relación con la comida y de escasa variedad a la hora de comer, en contraste con lo esperado. Estas estrategias están desaconsejadas, así como ofrecer comida al lactante o preescolar como consuelo emocional.
Ofrecer el pecho a un lactante en momentos de estrés (vacunación, dolor, sueño, etc.) no se considera “consolar con comida” y tampoco aumenta el riesgo de obesidad. Esta “succión no nutritiva”, así como el contacto piel con piel y la interacción con la madre, ayuda al control del dolor y disminuye el tiempo de llanto.
Alimentación activa o cómo ofrecer la alimentación complementaria con un enfoque positivo
No interpretar como permanente un rechazo inicial a un nuevo alimento.
Seguir ofreciendo en los siguientes días o semanas sin presionar (pueden ser necesarias hasta 10-15 ocasiones para conseguir la aceptación).
La exposición regular y gradual a los alimentos favorece su tolerancia y aceptación, a corto y largo plazo.
Respetar su ritmo de desarrollo y permitir cierta autonomía, según sus capacidades.
Tolerar un cierto desorden apropiado para su edad (por ejemplo, no molestar al niño limpiándolo después de cada bocado.)
No prefijar una cantidad de comida que se “tiene que tomar”. La cantidad es variable de unos niños a otros y según las circunstancias.
Respetar los signos de hambre y saciedad. Los padres deciden dónde, cuándo y qué come el niño. El niño decide cuánto come. Obligar o coaccionar a un niño para que coma aumenta la insatisfacción familiar y el riesgo de problemas con la comida a corto y largo plazo
Establecer rutinas puede ayudar:
Lugar: tranquilo, sin distracciones (televisión, móviles). Cuando sea posible, sentar al niño frente a los otros miembros de la familia para que pueda interactuar con ellos. Acercar al niño a la mesa de forma segura, ya sea en el regazo o utilizando una silla apropiada.
Tiempo: un horario aproximado de comidas, con flexibilidad, puede ayudar a la anticipación y regulación del lactante. Como orientación, 4 o 5 tomas al día.
Menú: seleccionar una dieta variada y sana. Servir raciones apropiadas a su edad y ritmo de crecimiento.
Cuidar el “ambiente emocional”:
Ser paciente con el ritmo de adquisición de los nuevos logros
Ante las situaciones negativas (no come, no le gusta, se porta mal), mantener una actitud neutra. Evitar enfadarse.
Una conducta muy controladora o exigente de los padres impide que el niño aprenda a autorregularse.
Evitar distracciones (pantallas, juguetes).
Disfrutar de la comida en familia, reforzando los logros. No utilizar los alimentos como premios o castigos, ni como consuelo o chantaje.
La filosofía que debe estar detrás de cómo ofrecer los alimentos es la alimentación perceptiva, como se señalaba anteriormente, que tiene como pauta interpretar las claves que el lactante transmite a la hora de comer y que hace que finalmente adecuemos la forma de alimentación, individualizada, a cada bebé.
Tradicionalmente el método más usado ha sido una introducción progresiva de las texturas, aunque más recientemente algunas madres y padres emplean otros métodos. En realidad, ningún método respetuoso con el bebé es mejor que otro. Por su novedad nos extenderemos en la explicación del baby-led weaning (BLW), para el que no parece existir una traducción aceptable en español (“alimentación guiada o autorregulada por el bebé”).
BABY-LED WEANING

¿Qué es?
El BLW es una forma de ofrecer la AC en la que al bebé se le permite “dirigir” el proceso desde el principio. Los padres deciden qué ofrecen (y es su responsabilidad ofrecer comida sana, segura y variada), pero el bebé coge por sí mismo la comida que se pone a su alcance; decidiendo qué elige comer y cuánta cantidad.
¿Cuál es su origen? A raíz de las recomendaciones de la OMS en el año 2002 de iniciar la AC a los 6 meses, padres y profesionales comienzan a cuestionar la necesidad de los triturados. Pese a tener un origen empírico, hay cada vez más trabajos metodológicamente serios que han estudiado su aplicabilidad, riesgos y resultados a medio y largo plazo.
¿Cómo se pone en práctica?
El bebé se sienta a la mesa con la familia en las comidas.
Se le ofrece la misma comida (sana) que al resto, en trozos de alimentos de consistencia blanda y apropiados a su desarrollo psicomotor.
El bebé se alimenta por sí solo desde el principio; al comienzo con las manos y posteriormente con cubiertos.
A partir del momento en que se inicia el BLW el aporte de leche (materna o artificial) continúa siendo a demanda, sin relación con los momentos familiares de la comida
¿Es válido para todos los bebés? El BLW se ha estudiado en niños nacidos a término, sanos y con un desarrollo psicomotor normal, tanto alimentados al pecho como con lactancia artificial. Con la información y precaución adecuadas, la mayoría de las familias pueden practicar BLW de forma segura y eficaz. En niños prematuros se podría valorar individualmente, pero siempre atendiendo a la edad corregida de 6 meses. No se recomienda en niños con fallo de medro, dificultades neurológicas o motoras.
¿Se pueden dar triturados si se aplica el BLW? A pesar de que no hay consenso claro sobre la definición de BLW, la definición más clásica asume que es el bebé el único que coge los alimentos, sin que el adulto “le dé de comer”. Sin embargo, muchos padres optan por un BLW mixto, en el que combinan dejar que el bebé experimente por sí mismo con la comida a la vez que le ofrecen algún puré o papilla en alguna de las comidas.
¿Cómo se debe ofrecer la comida si se realiza BLW? Al principio se debe ofrecer la comida tipo finger food o en palitos. Así, el bebé puede agarrar la comida con su puño y comer lo que sobresale. Cuando la habilidad motora mejora, se pueden ofrecer comidas seguras cortadas en pequeños trozos.
Posibles inconvenientes
El hierro
Una preocupación es la ingesta de hierro. Hay trabajos que no encuentran diferencias en la ingesta de hierro cuando se instruye a los padres en su importancia y en ofrecer diariamente comidas ricas en hierro: carne cocida en tiras o picada en forma de hamburguesas, bolas o palitos, yema de huevo, tortas de lentejas.
Atragantamientos Siguiendo unas normas básicas de seguridad, no hay diferencias en el riesgo de atragantamiento. A todas las familias, independientemente del método utilizado, se les debe educar en la prevención de atragantamientos. Normas de seguridad (prevención de atragantamientos):
Para comer el bebé debe estar erguido, nunca recostado. Debe estar sentado en una silla especial o en su defecto en el regazo de su cuidador.
Nunca se puede dejar a un bebé que está comiendo sin supervisión.
No se deben ofrecer comidas con alto riesgo de atragantamiento, como frutos secos enteros, palomitas de maíz, uvas enteras, salchichas cortadas transversalmente, etc. También hay que evitar algunos vegetales y frutas duros, como la manzana y zanahoria crudas.
Comida insana o poco variada Se ha postulado que, al compartir la mesa familiar, los lactantes puedan estar expuestos a una dieta poco sana. Independientemente del método utilizado, la presencia de alimentos poco sanos en el hogar predispone a su consumo por el niño. Hay familias que aprovechan el momento de la introducción de la AC para revisar la alimentación y mejorarla, y es adecuado informar a los padres de qué tipo de alimentos no son recomendables.
Existen otros métodos que pueden ser también de ayuda a la hora de ofrecer los alimentos a tu bebé, te recomendamos utilizar la forma que más se adapte a sus necesidades y tomar siempre en cuenta la opinión de su pediatra de cabecera. Recuerda que lo importante siempre será la salud y bienestar del bebé.
Fuente
Recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría sobre la Alimentación Complementaria
Dra. Marta Gómez Fernández-Vegue
Comité de Lactancia Materna y Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría Fecha del documento: 9 de noviembre de 2018
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